Cigala

Generalidades

La cigala es un crustáceo decápodo de tamaño medio, cuerpo alargado de unos 20 a 24 cm. de longitud y pinzas largas y espinosas. Su caparazón es de color anaranjado-rosáceo, con acentuaciones rojizas y manchas blancas, está cubierto de espinas y pilosidades. La cabeza es larga y sus ojos tienen forma de riñón.

Habita en los fondos de arena y fango de mares y océanos, carentes de algas, donde se alimenta de anélidos, crustáceos, moluscos y pequeños peces. Se distribuye al norte del océano Atlántico, desde Marruecos hasta Islandia, en el mar Báltico y en el mar Mediterráneo.

Por sus características no se encuentran especies con las que pueda confundirse en el mercado.

 

De todos los crustáceos, es la cigala la que aporta menos calorías. Su principal nutriente son las proteínas. La cantidad de grasas que contiene es la más baja de los crustáceos después de los percebes. En cuanto a minerales y vitaminas destaca su contenido en potasio, fósforo, magnesio, yodo y vitamina B12.

La cigala tiene una carne exquisita por lo que proporciona múltiples maneras de prepararla. Las más comunes son cocidas y a la plancha, pero también pueden ser buen acompañamiento de arroces, pescados a la marinera y salpicón de marisco.

Las cigalas de menor tamaño son más adecuadas para la preparación de esto último, reservando las de mayor tamaño para la preparación a la plancha.

También suele encontrarse en el mercado solo las colas ya que es la parte más sabrosa de la cigala. 

De los tres principales orígenes de Cigala: A Coruña, Islandia y Dinamarca, disponemos de los siguientes tamaños:

  • Cigala 000 1/4 pzas/Kg.
  • Cigala 00 5/7 pzas/Kg.
  • Cigala 0 8/10 pzas/Kg.
  • Cigala Nº1 11/15 pzas/Kg.
  • Cigala Nº2 16/20 pzas/Kg.
  • Cigala Nº3 21/25 pzas/Kg.
  • Cigala Nº5 36/45 pzas/Kg.

Cada tamaño lo podemos encontrar tanto en fresco como congelado, y cocido.